jueves, 26 de mayo de 2016

Amanecer

Estoy así. Triste. Oscura. Desinteresada, infeliz.
Me hace ilusión verte. Desde el último mensaje -anunciando tu llegada - me siento mejor.
Amanece.
Le voy restando minutos a este día que promete intenso.
Desde aquí, desde este cuarto inmerso en la soledad de esta casa, el canturreo penetrante de los zorzales me envuelve ansiosa.
Me imagino a este mundo dormido y despierto, de un lado al otro del Ecuador.
Como un morir y resucitar simultáneo, ¿será así?
El té se enfría.
Despertadores y mantras aceleran el pulso de la quietud.
Entre la taza de té y mi cuaderno, algunas líneas rojizas se cruzan entre las sombras del cortinado.
Prendo un incienso.
Amanece aún más.
Agradezco la oportunidad de este día, como la posibilidad de esta hoja en blanco.
Hace frío. Busco un jersey. Cubro mis hombros.
Cierro los ojos y sigo la pista del aroma a sándalo. Plenitud de mañana.
En unas horas correré a abrazarte.
Garabateo entre líneas.
Amanecer. Comienzo. Génesis. Reencuentro. Ilusión.

Julia Caprara
Mayo 2016